PENSAMIENTO GRUPAL
El pensamiento grupal es un fenómeno que surge cuando el deseo de un grupo de llegar a un consenso vence al deseo sensato de sus integrantes de plantear alternativas, criticar una postura o expresar una opinión impopular. La necesidad equivocada de conseguir la cohesión grupal lleva a rechazar una correcta toma de decisiones y resolución de problemas. Puede dificultar el trabajo en equipo ya que sus miembros llegan a sentirse desilusionados e insatisfechos al no poder expresar libremente sus opiniones.
Dos ejemplos famosos de los efectos negativos del pensamiento grupal son:
a).- El desastre del Challenger, en el que los ingenieros que trabajaban en el transbordador conocían la existencia de piezas defectuosas meses antes del lanzamiento, pero para evitar artículos negativos en la prensa, siguieron adelante y permitieron el lanzamiento en la fecha prevista.
b).- La invasión de Bahía Cochinos. El presidente Kennedy tomó una decisión y sus colaboradores la apoyaron a pesar de las dudas que tenían sobre lo acertado de la misma.
El término pensamiento grupal fue acuñado por Irving Janis en 1972 cuando estaba investigando la causa por la que los equipos a veces toman excelentes decisiones y en otras ocasiones, por el contrario, son desastrosas. Encontró que la falta de conflicto o de opiniones contrarias conducía a tomar malas decisiones porque no se analizan alternativas y los equipos no recogen suficiente información que les permita tomar una decisión bien informada. Sus hallazgos los publicó en un libro: "Victims of groupthinking".
Janis pensaba que este fenómeno se producía cuando: