Estamos
viviendo un momento histórico de profundos cambios en todas las aéreas de
nuestras vidas. Cambios que se producen a una velocidad tal que nos quitan
posibilidad de adaptación a ellos, van más rápido de lo que nuestra plasticidad
y capacidad de acomodación natural nos permita manejarlos, sin que de vez en
cuando nos terminen perjudicando.
Una de
dichas aéreas es la tecnológica. Los
avances técnicos dinamizaron y le dieron velocidad a la comunicación generando
medios que han roto el paradigma existente. La manera de conectarnos desafía los conceptos conocidos de cercano y
lejano, y la inmediatez de la llegada del mensaje cambiaron nuestra manera de
pensarnos. Dentro de estos cambios está en crisis la manera en la que nos
mostramos ¿qué imagen de nosotros presentamos comúnmente en las redes sociales?
¿Cómo manejamos el recorte que hacemos en el relato que subimos a la red? ¿por
qué se observa un costado tan narcisista en el/los personaje/s que asumimos en nuestro perfil?
Estudios sobre los hábitos de los usuarios de las redes sociales más usadas recogen cada
vez más pruebas sobre el efecto que tienen en la personalidad de los jóvenes. Hay
una tendencia a volverlos cada vez más narcisistas,
están más preocupados por su propia imagen y cultivan amistades cada vez más
superficiales, exhibicionismo exagerado
junto a una actitud arrogante relativa a los propios derechos que contrastan
con una relación de explotación hacia los demás.
"El exhibicionismo
exagerado incluye excesiva admiración por sí mismo, vanidad, superioridad, y
tendencias exhibicionistas. Las personas que tienen esta característica muy
marcada necesitan ser siempre el centro de atención por lo que recurren a
expresiones impresionantes o inapropiadas que impiden que puedan ser ignorados."
Usan los medios necesarios para buscar
la aprobación social, pero no son tan afectos a proporcionarla.
La aprobación social
es para algunos tan importante que muestran de sí solo la parte bella de sus
vidas, están demasiado atentos a los “me gusta” y comentarios positivos de los
demás. Y cuando alguien los critica negativamente contestan con una violencia
desmesurada. A veces el afán por mostrarse les hace pasar algunos límites de la
privacidad sin dimensionar adecuadamente las consecuencias que esto puede
tener. A continuación vinculo un video que me parece representativo de este
comportamiento.
El fenómeno de la “selfie”
y la exposición hedonista van reflejando una moda del culto a la imagen. Esto trae graves consecuencias en aquellos que
están creciendo y todavía nos cristalizaron su personalidad, confundiéndolos y
haciéndoles pensar que los personajes bellos estéticamente son los únicos merecedores
del reconocimiento de los demás. Sabemos que estos modelos incompletos son
(muchas veces) los precursores de los trastornos del esquema corporal como son
la anorexia y la bulimia.
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